Wednesday, June 10, 2020

Campaña y Elecciones Virtuales en Estados Unidos
Rubén M. Perina, Ph.D.
(Versión actualizada de la publicada en Clarín 27-05-20200

Los candidatos para las próximas elecciones presidenciales de noviembre,  el actual presidente Donald Trump,  por el partido Republicano,  y  Joe Biden,   ex vicepresidente de Barack Obama, por el Partido Demócrata, se encuentran  inmersos en un proceso electoral inesperadamente condicionado por la pandemia del coronavirus. El confinamiento social ordenado por los gobiernos estatales para mitigar la propagación del virus, impide la habitual congregación de gente que ocurre en eventos de campaña electoral o el día de los comicios. Ante esta limitación, ambas campañas se han vuelto virtuales.

La campaña virtual de Biden.   Por carecer de la exposición pública y mediática que tiene Trump, Biden y su campaña han tenido que incursionar en el mundo virtual. Biden no necesita hacerse conocer, su trayectoria como senador y vicepresidente es bien conocida y respetada, y cuenta con una imagen personal relativamente positiva en la opinión publica. Su imagen y presencia provocan confianza y proyectan seguridad, mesura, expertise, honestidad, humildad y empatía –todos atributos de un líder y todo lo contrario a Trump. Incomoda sí a su campaña una reciente acusación de acoso sexual de una exfuncionaria del Senado en la década de 1990 (Trump tiene doce acusaciones similares o peores en su contra).

Desde su “estudio” en su casa en Delaware, su equipo organiza mítines políticos, entrevistas, o discursos por videos o streaming  por redes y plataformas como Facebook, YouTube, Twitter y otros.  También se reúne vía video conferencias (“Zoom”) con donantes, con su equipo de logística y estrategia, o con líderes y candidatos del partido y de la comunidad afroamericana o hispana. La modalidad virtual sustituye a tradicionales actividades presenciales de campañas como discursos en grandes mítines, reuniones, debates, tours en bus, viajes, visitas a familias, etc.  

La campaña de Trump.  Las actividades del presidente tienen la ventaja de comandar la atención de los medios en tiempo real. Sus diarias conferencias de prensa sobre la situación del covid-19 se transmiten en vivo por televisión, radio y streaming. Trump comunica así (y por Twitter) sus acciones, preferencias, mal humor, intemperancia, soberbia y sus temerarias propuestas sobre medicamentos para el covid-19,  la salida del confinamiento, así como sus diatribas contra China, los inmigrantes, sus adversarios y los medios,  a quien tilda de enemigo del pueblo. Sus visitas a fabricas de suministros sanitarios o discursos públicos reciben amplia difusión en los medios. Extensa exposición también consiguió por su uso (ilegal) de las fuerzas armadas contra las protestas pacíficas frente a la Casa Blanca por el asesinato policial del afro-americano, George Floyd, y por sus amenaza de  usar máxima fuerza para “dominarlos” en otros estados, sin contar con las facultades constitucionales para ello .

Para algunos analistas, incluyendo un creciente número de Republicanos avergonzados, su comportamiento autocrático y actuaciones diarias para mostrarse a cargo de la situación son contraproducentes. Sus aseveraciones en febrero negando la pandemia y asegurando que el país estaba preparado para cualquier eventualidad, su sugerencia de usar detergente o el medicamento hydroxychloroquine para el virus, su insistencia, contrariando a sus consejeros científicos, en abrir la economía, y sus altercados públicos con los gobernadores sobre la disponibilidad o no de insumos médicos y sobre el envío de tropas para desalojar a los manifestantes,  generan confusión y ansiedad en la población. Al igual que la campaña de Biden, la suya también utiliza intensamente las mismas modalidades virtuales.   

Temas de campaña.   Por ahora, los temas en debate más salientes se relacionan a las tensiones de la crisis sanitaria y económica producida por la pandemia: Los Republicanos presionan por una apertura voluntaria, rápida y amplia, y los Demócratas por una más gradual y cautelosa. Los Demócratas proponen inyectar más dinero en el sistema de salud y en el salvataje de las empresas y la protección de los trabajadores, los Republicanos se oponen. Trump culpa a China por ocultar o producir la pandemia para evitar discusión sobre la pobre respuesta de su gobierno. La campaña de Biden enfatiza lo tardío, caótico e incompetente de la respuesta inicial y la irresponsabilidad de los comentarios del presidente sobre las medicinas apropiadas. Biden propone expandir el seguro de salud nacional instaurado por Obama, mientras que Trump quiere abolirlo --inexplicable en estos tiempos. Trump divide el electorado y busca consolidar su base; Biden intenta atraer a los independientes y expandir su base. Al final, la elección quizás sea un referéndum sobre Trump y su record, que hasta ahora incluye una economía con 40 millones de desempleados, con una recesión  proyectada del 5% este año y con más de 120 mil fallecidos por el covid-19.  Hoy Biden lleva un ventaja de 55% a 41%, según una encuesta de CNN

Comicios virtuales?    De continuar la propagación y letalidad del covid-19, la votación en persona pondrá en grave riesgo de contagio a los votantes y a las autoridades electorales.  La necesidad de distanciamiento social exigiría entonces realizar las convenciones partidarias (agosto) y los debates presidenciales de manera virtual. Y no es descartable unos comicios combinando el voto presencial con el voto por correo, que producirá muchos trastornos e irregularidades, como ya se ha visto en las últimas primarias. Lo increíble sería una postergación de los mismos. 

La opción de expandir el voto por correo, única forma de votar en Colorado, Oregon, Utah, Hawaii y Washington (un 68% del electorado nacional confía en ella) ha sido rechazada por Trump,  por considerar que facilita el fraude, lo que podría llevarlo a desconocer una posible victoria de los Demócratas, lo que sería algo inédito en EEUU.  De todas maneras, su organización es una carrera contra el tiempo porque los estados restantes carecen de los recursos tecnológicos y humanos entrenados para implementarlo. La otra alternativa es el voto electrónico no-presencial, vía internet, pero es un método cuestionado porque no se cuenta con una tecnología probada que pueda garantizar la absoluta seguridad e integridad de las elecciones.

2 comments:

  1. Estimado Ruben: Hace muchisimos años atras,un compatriota costarricense se fue a vivir a Chicago.Allí conoció y trabajo con Clement W Stone,quien de vendedor de periódicos pasó a ser el propietario del Chicago Tribune que voceaba en la calle.Años mas tarde Stone,junto con otros como Og Mandino,fundaron un movimiento denominado Positive Mental Attitude,que en lo básico preconizaba que bastaba imaginar al para que ese algo se convirtiera en realidad.Donald Trump es un seguidor de esa doctrina,de lo que se desprende su comportamiento sui-generis. Esto lo he sabido por dos fuentes distintas,mi amigo Dr.Rafael Ángel Chacón,actualmente en Guatemala y declaraciones que leí del mismo Trump hace varios años atrás en plena campaña electoral.

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  2. Gracias Amigo, interesante y preocupante lo del trumposo

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