Candidatos y criterios para la
OEA
RUBÉN M. PERINA | EL
UNIVERSAL
domingo 14 de septiembre de 2014 12:00 AM
La carrera para Secretario
General de la OEA (SG/OEA) ya largó. Su elección se realizará en los
primeros meses del 2015, para asumir el cargo en mayo, por 5 años,
renovables.
Hasta el momento se han oficializado tres candidatos. El primero
es el presente canciller de Uruguay, Luis Almagro, diplomático de carrera con
puestos en Alemania, Irán y China. Seguidamente, el gobierno guatemalteco ha
propuesto a Eduardo Stein, exvicepresidente y canciller de Guatemala,
y Jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA en Perú en el año
2000. En tercer lugar, el gobierno peruano ha postulado a Diego García Sayán,
exministro de Justicia y de Relaciones Exteriores y Juez de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Nunca un ciudadano de Guatemala o Perú ha
ejercido la Secretaría de la OEA.
Rumores diplomáticos y de prensa
también mencionan otros posibles candidatos. Entre ellos, el embajador de
México ante la OEA, Emilio Rabasa y el expresidente de ese país, Felipe
Calderón; el embajador peruano Hugo de Zela, actual jefe de Gabinete del
SG/OEA; la expresidente de Costa Rica, Laura Chinchilla; el
expresidente de Panamá, Martín Torrijos; el actual canciller del
Paraguay, Eladio Loizaga; el actual presidente de la CAF, el boliviano
Enrique García y el expresidente de Bolivia, Carlos Mesa.
Las cancillerías de
los Estados miembros deberían considerar, entre otros, los siguientes
criterios para su elección:
1. El nuevo SG/OEA deberá demostrar cierto conocimiento
del Sistema Interamericano (SIA) y del papel que ha tenido la OEA en el
mismo. De particular importancia debería ser su entendimiento y compromiso
invariable con el rol de la organización en la promoción de la
democracia y la observancia de los derechos humanos, valores
institucionalizados en su Carta constitutiva y en la Carta Democrática
Interamericana y que son la columna vertebral del sistema, así como la garantía
de paz y seguridad del hemisferio. El nuevo SG/OEA no deberá ser ambiguo,
neutral ni indiferente sobre esto.
2. Entendiendo los límites
no-intervencionistas de su cargo, deberá exhibir coraje político para
defender con firmeza la democracia y los instrumentos creados por los Estados
miembros para su promoción y protección, y hacer de esto las verdaderas prioridades de
la organización, junto a la seguridad y paz del continente. En particular
deberá ser capaz de contrarrestar el intento de ciertos países de creciente
tinte caudillista/populista de impedir el involucramiento de la OEA en la solución
o siquiera el análisis de situaciones políticas que amenazan los derechos
humanos y el orden democrático, o de rehusar su observación electoral, o de
debilitar la Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos, como han tratado
Ecuador y Venezuela.
3. Por otro lado, el futuro Secretario deberá tener la
capacidad de ejercer liderazgo administrativo para ajustar y redimensionar la
burocracia interna de la organización a sus verdaderas prioridades, lo que
implica resolver graves y urgentes problemas financieros internos y revalorar
su capital humano (con frecuencia menospreciado y mal utilizado),
cuyo compromiso con la organización se ha erosionado en los últimos años. Para
ello tendrá que contar con asesores y un jefe de Gabinete de alto nivel
que maneje esos apremiantes asuntos así como la interacción (tensas con
frecuencia) con los embajadores de los países en el Consejo Permanente de
la OEA, cuyo consenso es necesario para el éxito de su gestión administrativa y
diplomática. Por otro lado, el nuevo Secretario debería comprometerse a
ejercer sólo un período de los dos posibles y no debería tener aspiraciones
políticas en su país, como ha ocurrido en algunos casos.
En resumen,
deberá ser un líder político/diplomático/administrativo con la capacidad de
presentar una renovadora visión y misión de la OEA, enfocada en sus
prioridades, y con la capacidad negociadora para generar el consenso, hoy
esquivo, que se requiere para hacerla realidad. Para ello no se
necesita ser un excanciller, ex ministro o expresidente. El embajador
Baena Soares de Brasil ha sido un muy exitoso Secretario General
(1984-1994).
Todos los candidatos tienen méritos, pero ninguno es perfecto.
Deberían exponer sobre la visión que tienen para la organización y cómo revitalizarla
en un debate público en el Consejo Permanente y en otro televisado con alcance
hemisférico; así, la opinión pública y los gobiernos que los votarán
podrían evaluarlos debidamente con los criterios aquí expuestos.
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